La manifestación de los estudiantes chilenos realizada este jueves en contra del lucro educativo, se saldó con la detención en Santiago de 250 jóvenes, 20 policías heridos, varios de ellos con fractura nasal, microbuses incendiados y saqueos a varios locales comerciales.
El general de Carabineros, Luis Valdés, dijo a periodistas que se vivió una jornada de violencia "preocupante",
en la que sufrieron un ataque a un microbús policial, fueron testigos
de otro contra un camión de guardias de prisiones y contra un microbús
de transporte colectivo, además de varios saqueos.
Valdés hacía alusión al ataque que sufrieron, por parte de
encapuchados, varios supermercados, farmacias, un local de venta de
teléfonos móviles, destrozos de 15 semáforos y la destrucción de 50
letreros metálicos que identifican el nombre de las calles, entre otros.
La intendenta de la región metropolitana de Santiago, Cecilia Pérez,
llamó a los líderes del movimiento estudiantil a hacerse responsables
tras los daños a la propiedad pública y privada registrados durante la
marcha.
"Esta brutalidad protagonizada por un grupo de delincuentes debe ser
rechazada por todos los actores sociales sin titubeos y con la mayor
claridad, pero aún con más fuerza por aquellos que hoy día convocaron a
esta manifestación", enfatizó.
El alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, calificó este jueves la marcha estudiantil realizada en la capital como la "más violenta jamás vista los últimos años". En este sentido, el jefe comunal pidió que no se autoricen más manifestaciones durante la semana y sólo puedan realizarse los fines de semana.
Varias emisoras de radio informaron de al menos 80 jóvenes detenidos
en las distintas ciudades donde también se realizó la protesta de
estudiantil. Los líderes estudiantiles cifraron en 150.000 los
asistentes a la marcha, mientras la policía en 40.000.
Modelo pinochetista
Los estudiantes siguen con su exigencia de erradicar el modelo impuesto en 1981 y terminar con los altos precios
que deben pagar por sus estudios, pese a que el Gobierno de Sebastián
Piñera ha emprendido algunas medidas para mejorar la supervisión y
facilitar el pago a los alumnos. Esta vez, los jóvenes apuntaron sus
dardos contra el lucro en la educación, en el que muchos centros incurren a través de subterfugios legales.
Uno de ellos consiste en que las sociedades que controlan estas universidades constituyen de forma paralela empresas inmobiliarias que arriendan locales a la misma universidad y obtienen así beneficios.
En Santiago, la manifestación partió desde Plaza Italia, epicentro de
la capital, en un recorrido de más de dos kilómetros por la Alameda, su
principal eje, hasta que giró hacia el sur para finalizar con un acto
cultural en Blanco Encalada.
Según la policía, los incidentes se agravaron al término de la
marcha, cuando grupos de encapuchados lanzaron piedras al contingente
policial.
La de este jueves fue la tercera protesta convocada este año por la Confederación de Estudiantes de Chile
(Confech), que agrupa a los universitarios, tras las celebradas los
días 25 de abril y 16 de mayo. A esta convocatoria se sumaron también
las dos principales organizaciones de secundarios, que en estos meses
han protagonizado otras marchas, aunque con una adhesión mucho menor.
Tras esta manifestación, los estudiantes entregaron en La Moneda y en el Congreso sendas cartas con sus principales demandas.