viernes, 28 de septiembre de 2012

Pereció estudiante arrollado en Anaco


Un muchacho de 17 años falleció ayer tras ser atropellado cuando intentaba cruzar la avenida José Antonio Anzoátegui, en la entrada del sector HP

Danela Luces
El muchacho murió en el hospital Angulo Rivas Foto. V. Arias

Anaco.- Un estudiante de 17 años de edad pereció tras ser arrollado por un vehículo la mañana de ayer en Anaco. Cumpliría la mayoría de edad el 1/1/2013. 

El suceso ocurrió poco antes de las 11:00 am en la avenida José Antonio Anzoátegui, en la entrada del sector HP. 

Según la versión de un testigo, el chico iba en una unidad de transporte público que cubría la ruta Universidad de Oriente (UDO)- Mercado. 

Agregó que el muchacho solicitó la parada justo en la entrada de HP. Se bajó rápido y caminó por delante del autobús para cruzar la avenida. 

Al parecer, sólo miró que no circulaban automóviles en sentido contrario (avenida José Antonio Anzoátegui-UDO). 

“El chofer del bus se percató a través del espejo retrovisor de que un vehículo iba detrás. Trató de advertirle el peligro, pero ya era tarde. Todo ocurrió en fracción de segundos. El automotor le pasó por encima. Todos los pasajeros quedamos impactados”, expresó el informante. 

Al parecer, el bachiller fue atropellado por una Ford Fortaleza, color blanco, cuyo conductor se dio a la fuga. 

En una camioneta Ford, color marrón, del que no se aportaron más datos, llevaron al muchacho al hospital Jesús Angulo Rivas, de Anaco, donde fue ingresado a las 11:13 am. 

El chico dejó de existir 17 minutos después, a causa del traumatismo craneoencefálico severo, toraco abdominal cerrado y múltiples fracturas. 

Se supo que el adolescente era nativo de Barcelona. Apenas tenía una semana en Anaco. “Estaba en casa de una hermana en la urbanización Cantaclaro, pues hacía un curso preparatorio para ingresar en la UDO. Ayer recibió su primera clase de Matemática”, dijo una amiga. 

Funcionarios de Tránsito Terrestre iniciaron las averiguaciones. 

Aflicción 

A las 4:37 pm de ayer, en un carro fúnebre llevaron los restos del estudiante a la morgue del hospital Luis Razetti de Barcelona. Allí estaban consternados sus parientes. Dios mío, ¿por qué? preguntó una mujer, tras ver el cadáver de uno de sus tres hermanos.